[sintítulo] proyectos

La cultura como manifestación del espíritu de hombre está llamada a ser el espacio necesario de reflexión y de cambio. Toda sociedad está obligada a pensarse, mirarse, analizarse, a entenderse a sí misma a través de su propia producción cultural. Cuando en momentos históricos como el actual los avances tecnológicos y culturales se han desarrollado tan rápido, con una velocidad que muchas veces nos ha impedido entenderlos, se impone una necesaria reflexión del mundo que estamos construyendo.

El placer de la cultura es un medio para construir. Y dentro de las manifestaciones culturales, el arte, por su singular capacidad emotiva y simbólica ocupa un puesto privilegiado para desarrollar esta labor. El arte ocurre.  Y ocurre en la vida, le ocurre al hombre y para la vida. Porque si el arte echa sus raíces en la experiencia estética, en lo perceptivo puro, en el gozo por lo estético, no es sólo placer. Es vida inscrita en la vida.

Desde [sintítulo] entendemos el arte en la realidad del hombre, en su naturaleza simbólica y emocional, donde el arte es vida. La creación artística pone en diálogo los dos aspectos esenciales del hombre, lo social y lo emocional, entendiendo así también que el gozo de lo artístico emerge de las ideas, conceptos, intuiciones anidadas en cada uno de nosotros.

El arte es para la vida. Es lenguaje privilegiado, espacio de encuentro e instrumento de futuro. El lenguaje de la emoción y la forma. Usar la fuerza y el vigor conceptual de la forma artística para comunicar y compartir ideas aparece como una gran oportunidad de verdadero diálogo que se une a la fuerza de la palabra. El arte es espacio, es lugar de encuentro. Aparece así el arte como un momento donde es posible la comunicación, el encuentro entre creador y espectador que hablan y discuten sobre la vida.

El futuro se construye hoy. La cultura, y más concretamente las artes, gracias a su carácter emotivo y trascendente, constituyen una herramienta de construcción de futuro. Las nuevas ideas sociales, políticas, estéticas pueden nacer de los diálogos entre las obras artísticas y quienes se acercan a ellas para encontrar.

Por todo esto, en [sintítulo], partiendo de una vocación por encima de doctrinas, academicismos, ideas particulares del gusto, de lo comercial o de lo minoritario, de lo moderno o de lo clásico, estamos decididos a utilizar el potencial generador y comunicador de todas las disciplinas culturales y artísticas. Convencidos de que desde la fuerza de la forma, en su gozo o turbación, se puede producir realidad al servicio del hombre, utilizamos este espacio de encuentro y realidad que es la cultura y el arte para construir. Porque el arte es vida en la vida.